Muy cerca de nuestras casas se encuentra uno de los mayores símbolos de la ciudad: el Malecón. No es simplemente un largo muro de concreto desnudo que custodia una ancha avenida y que es asediado por los embates de la corriente del Golfo, es muchísimo más que eso, es el lugar de encuentro más visitado de la capital cubana. Este largo muro ha servido de asiento a generaciones que han hecho de él, el lugar perfecto para las fechas de amor, para contemplar el mar azul, el paso de los buques, el rostro amado y, para los muchos que con su guitarra le cantan a las estrellas tomando un buen trago, esperando el amanecer mientras que otros dejan que su tiempo pase entre el tráfico de la avenida y los vendedores errantes. Malecón de La Habana El malecón habanero, desde su construcción se ha convertido en signo de la isla, identíficandola en cualquier parte del mundo. Muchos edificios y monumentos representativos de la capital bordean todo lo largo de la avenida malecón, como el Castillo de la Real Fuerza de La Habana, el Castillo de San Salvador de la Punta, el Torreón de San Lázaro, la entrada al Túnel de La Habana, el Hotel Nacional de Cuba, el Torreón de la Chorrera entre muchos otros además que importantes avenidas de la capital terminan desembocando en el malecón como la calle 23, la avenida de los Presidentes y la Avenida Paseo del Prado Usted no puede dejar de disfrutar la maravillosa luz del sol poniente, entre sus muchos kilómetros con certeza encontrará su lugar favorito y lo hará como propio, como una prueba viviente de su visita a la Ciudad de La Habana.